Los vehículos eléctricos se encuentran en una tendencia creciente, no sólo a nivel de aceptación, sino por sustitución que están realizando a los tradicionales vehículos de combustión. Dentro de este abanico de nuevas formas de transporte con conciencia ecológica, destacamos los scooters y ciclomotores. Con una cilindrada menor de 55cc, son muy accesibles a nivel de licencias y facilidad de asentamiento en el parque de vehículos.
Poco a poco se van implementando mejoras en velocidad, aceleración y eficiencia que hace de los ciclomotores alternativas mucho más competitivas. A todo esto añadimos la creciente autonomía y la aparición de puestos de carga.
En España el 40% de la producción de energía eléctrica proviene de energías renovables como son la eólica, solar e hidráulica. El año 2020 originó muchas regulaciones de emisiones en el interior de las ciudades que a día de hoy conservamos. Por otro lado la pandemia ha actuado en conjunto de estas regulaciones para que muchos ciudadanos se planteen otras formas de desplazarse, distintas del coche compartido y el transporte público. La respuesta la han encontrado en vehículos de 2 ruedas.
Encontramos cada vez más ciudades que ejecutan restricciones de acceso en horario, día y zona en ciertas zonas del casco urbano, frente a las que los ciclomotores eléctricos quedan exentos o poseen incluso ventajas, lo que en término laboral y de recreo la han convertido en una opción muy interesante para un mayor número de personas.